Del diario de Delacroix: «Sábado 15 de Mayo de 1824, durante el día. Lo que hace a los hombres de genio, o más bien, lo que ellos hacen no son las nuevas ideas; es esa idea que los domina, de que lo que ha sido dicho no lo ha sido todavía bastante.»
La necesidad de volver sobre lo mismo a fin de que cada obra sea única y diferente: Nietzsche y la idea del eterno retorno. En este sentido resultan ejemplares las palabras de Sócrates respondiendo a la provocación de aquellos que lo acusaban de repetirse: Lo único que lamento es que no lo haga con las palabras exactas.
En otro lugar, Tàpies: en arte todo está ya dicho pero como nadie escucha hay que seguir repitiéndolo.
Por lo demás la obra que se expone en el Caixa Forum, resulta de lo más recomendable. La selección permite comprender por qué Van Gogh, un espíritu con una sensibilidad tan contraria aparentemente, le profesaba la mayor admiración.
Idea muy difundida que resulta limitante: Delacroix, amante de los grandes formatos, gran colorista, fascinado por el exotismo y los temas históricos.
La influencia de Goya, preocupado en indagar los aspectos más sórdidos de la naturaleza humana, se hace explícita en algunos cuadros hasta convertirse en auténtico homenaje.
A ver si puedo ir a verla esta semana! Un privilegio tenerla en Barcelona. 🙂
Hace unos pocos dias leí,- … ¡ en un libro de música!-, una cita de un texto de Heidegger (desconozco su origen). Lo transcribo:
«Si se trata de pensar, cuanto más grande es la obra hecha -cosa que no coincide de ninguna manera con el número o la extensión de los escritos-más rico es en esa obra, lo impensado, es decir, lo que a través de esa obra y por si mismo, viene hacia nosotros como nunca pensado hasta ahora»
Repetirse como el martillo sobre el clavo,con precisión cada vez más adentro , pero cada martillazo es diferente…